La industria como parte del cambio social
Las sociedades más prosperas son aquellas que han puesto en marcha la dinámica de relaciones virtuosas entre el Estado, la infraestructura científico-tecnológica y la infraestructura productiva. Estas sociedades atraen el talento encumbrado en personas costosamente formadas dentro de las sociedades que han fracasado en la implantación de este sistema crucial para el desarrollo industrial.
Lo que primero tenemos que valorar es que la calidad de cada componente de la formula de éxito está dada por todos y cada uno de los elementos que la integran: sistema educativo, laboratorios de investigación, el Estado, disponibilidad de recursos económicos, entre otros, y a la vez , un laboratorio, universidad, industria y órgano del Estado no vale por sus condiciones edilicias, tecnológicas o económicas, sino por la calidad y cantidad de inteligencia de las personas que los integran.
La alquimia que hace al desarrollo social es la correcta interrelación entres los sistemas: académicos de ciencia y tecnología, productivo industrial y el estatal. Principalmente la industrialización es una decisión política que pone la piedra angular del sistema y debe adoptar las medidas para que a través de la innovación se transfiera el resultado de la investigación al campo práctico de la producción, para satisfacer las necesidades de la sociedad.
No hay industria eficiente posible sin conocimiento generado en nuestras universidades. Hoy los procesos son sumamente tecnológicos, requieren personas capacitadas para su operación, por ello habiendo decidido el Estado políticamente subirse al proceso de industrialización como medio de generación de riqueza, tenemos frente nuestro la posibilidad de ensamblar y poner en acción la calidad de nuestros científicos, trabajadores e industriales dotando de permanente innovación a los productos y servicios, para generar valor agregado para encausar nuestro camino al desarrollo industrial del país.
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